MI NUEVO TRABAJO XXII

MOMENTOS...

Historias en Betania 2008 al 2013

Bien hoy es un día de esos en los que sólo la escritura es mi amiga, hablaré conmigo, creo que sé escucharme.

En mi trabajo las cosas no cambian la enfermedad y la muerte es el pan de cada día. La Adelina, desde que se fracturó su cadera nunca volvió a ser la misma, la operaron y estuvo hospitalizada tantos días, volvió al hogar y a alguién se le cayó, la volvieron a internar, y claro, ya no volvió...

La Celestina la misma cosa, sólo que paso mucho tiempo sufriendo, todo le dolía, pasaba a verla había veces que me reconocía, otras no, me sentía tan mal, como cristiana no tener respuestas claras para decir, esto pasa, o por esto ocurren las cosas, o porque es así, en fin, deseaba su muerte, porque dolía el corazón verla en ese estado, no hablaba, sólo gemía de dolor, y a esa edad, ya nada se puede hacer, sólo esperar. Lo encuentro cruel, hasta que por fin dio su último aliento, y fue un descanso, para todos.

Sus familiares dejaron su ropa en el hogar, repartí con alguna de las abuelas sus delantales y me quedé con uno, para recordarla.

Hoy Raúl, estuvo en la misa que hicieron en el patio donde está una gruta con la virgen, el día de sol estaba invitando que se reunieran delante de él.

Hace cerca de un mes que está en cama, lo habían hospitalizado, pues al parecer tiene cáncer al estómago, esto me tiene mal, voy a verlo cuando llego y al salir, le pregunto si quiere algo, aveces quiere agua, otras nada.

Cuando lo acaricio cierra sus ojos, ojos que se han hundido, y su piel se ha pegado a sus huesos, tiene esa tos, si, esa tos con carraspera que tienen los que estan partiendo a otra vida, como mi Adriana!

Que más puedo decir, le di un beso y le dije hasta el domingo, pues mañana es mi día libre, iba a ir con mi hermano y hermanas a ver (al enfermito), nuestro padre que tiene cáncer, era que no, si ha fumado toda su vida, pero, mi hermano tiene mucho trabajo, así que será otro día.

¡Me duele tanto esto! y estoy pensando seriamente en buscar otro trabajo, un hogar de ancianos trae mucho dolor, es tan triste, me he encariñado tanto con estos viejitos, que el pensar siquiera que se van a morir, hay no sé, ¡¡¡me pone mal!!!

Se supone que estoy aquí para alegrarlos y vaya que lo he hecho, como ese día en que llevé la cámara de mi sobrina para grabarlos, José, era el más felíz cuando le pedí que declamara una poesía, dijo dos y cantó una cueca, me reí mucho, pues me decía que en este hogar no lo dejaban decir poesías, a lo cual le dije, ahora dí las que quieras, en este video saldrás al mundo, y se emocionó tanto, claro su visión no está muy bien, y días después me contaba que lo habían venido a filmar, y que saldría en la tv, al mundo, je, je...

Se les puede hacer feliz con tan poco, ¿porqué la gente dejará a sus padres en un hogar, sin ir a verlos ni por una hora?, ¿ qué es una hora?¡¡¡Ah! ya me voy mejor, no quiero seguir triste...