DESIERTO DE RENCOR

poema de Rony

Tú, amigo del pecado, hermano del odio, gota que derramó el vaso de rabia que hay en mí. Suplicas indiferencia que culminará en olvido después de la perfidia a quien se quemó la mano cuando la metió al fuego por ti.

Sombra defectuosa que no apacigua el calor pero sí pone gris el día, tan gris como una indecisión. Oro falso, promesa incumplida, ser idealizado caracterizado por una lealtad que nunca existió.

Al mismo nivel que tú me pongo, porque no me opongo a pensar que fue un suicidio donde mis propias expectativas ahorcándome me condenaron a morir.

Tú eres menos que nada, sin embargo, no te dejes llevar por la amargura de mi resentido tintero. Después del estío de rabia solo serás decepción y el mayor desperdicio de mi escasa confianza.