Las paces

Las paces

Ya no puedo seguir más siendo mi propia enemiga, importándome las opiniones ajenas que nunca me han edificado.

Debo ser valiente, avanzar incluso con miedo y, si me equivoco, debo comprender que por lo menos lo estoy intentando. A veces perdida, desolada, pero jamás rendida.

Debo ser valiente y mirarme no solo al espejo y sí a mi propia alma y decir que no soy una más y ésta soy yo, alguien que ama, que sufre, que erra... Debo despegar sin miedo al vacío.

¡Ah soledad! Soledad, antes tenía miedo de ti, pero ahora bailo con tu compañía, regreso a donde me perdí, a donde me equivoqué pensando que para amar había que aceptar sus mentiras y engaños.

Entre batallas y luchas internas, ahora prefiero ser mi propia compañía, estar conmigo misma.

Estoy cansada de autodestruirme por alguien que jamás volveré a ver.

Ya no voy a apiadarme de ti y sí de mí misma.