VIDA

“VIDA”

Déjame saborear el silencio de la noche
escuchar ávidamente el cantar de los grillos
oler la humedad del arroyuelo que corre cerca de casa
mirar las estrellas que parecen danzar entre las nubes
extasiarme de cada momento que mis sentidos captan.

Déjame ver el horizonte como algo lejano e inalcanzable
tras esas montañas que no me dejan ver mas allá
de donde mi vista puede ver
de lo que separa la distancia de la nada.

Déjame ver en una simple sonrisa la alegría
contagiarme con la risa de un niño
que juega apacible sin ninguna preocupación
el juego más sencillo, sin que le falten grandes cosas
y ser feliz en su mundo de fantasía.

Déjame ver en una flor la creación
con sus perfectos pétalos embonados
el aroma que despide sin necesitar de químicos
para exaltar su fragancia natural,
olor que semeja una caricia del cielo.

Déjame ver mi interior desnudo sin cortinas
que no tapen mis imperfecciones
con el sublime latido de mi corazón
que enamorado se empapa de la belleza de las cosas
descubriendo en cada palabra el infinito interior
de mi alma que se escapa como el vuelo de una mariposa.

Déjame arroparme en la tarde callada
transformar el mar embravecido en laguna en calma
atrapar peces en mi cuerpo que hacen un refugio
ser yo mismo buscando un espacio,
que conjugue con lo que actúo y digo
encontrar en el intento, mi verdadero yo.

Déjame ver más allá de este instante
con dulce calma y con voz serena el cobijo de la vida
que rebosante se manifiesta en cada suspiro
en cada marco que mis ojos ven a su alrededor
dándome una experiencia nueva
de saborear cada segundo de mí aliento.