Concepción del amor

Nacido de la diosa del amor
Por una unión entre la razón y el corazón.

De la belleza convertida en carne
Y de carne un hijo concebido.

En la frente del hijo un beso plantado,
De la madre un sentimiento engendrado.

El don de amar se le ha regalado
Pero a cambio en este mundo nunca podrá ser amado.

Bondad e inocencia eran las ropas del hijo maldecido
Y como estandarte llevaba el amor de su madre que le entregó al haber nacido.

El tiempo se encargó de que cada prenda se oscureciera
Y que la bandera sus colores perdieran.

Un lucero errante del cielo miraba tristemente al joven
Sin poder expresar su anhelo.

Hasta que un día el hijo del amor
Se sorprendió al mirar al cielo sin color.

Era belleza en su esencia más pura
Era el fuego de un sentimiento avivado por la locura
Eran los ojos del lucero que rasgaban la noche oscura

Hasta lo alto de la montaña escabrosa
Subió el chico de forma presurosa.

Escalando sin parar entre heridas
Hechas por melancólicas espinas.

Llegó a la cima para poder admirar
El estruendoso misterio que lo dejó sin respirar.

Y ahí en lo alto de su agonía
Frente a frente por fin estarían.

El deseo de tocarle no resistió
Y sin darse cuenta al abismo cayó.

Solitario el Lucero el llanto no pudo contener
Pero a través de las lágrimas pudo ver
Cómo lo que de la Tierra fue
En estrella volvería a nacer.

Así fue como fuera de este mundo
El amor y la belleza juraron estar juntos
SIEMPRE.