Gracias...

Por más mal que me portaba o lo mal que te trataba siempre me mirabas con los mismos ojos con los que me cautivavas, no niego que siempre estabas para mí, dandome tu mano cuando caia, dandome tu apoyo cuando perecia, dandome tu amor aunque no lo merecia.

Redundantes fueron mis excusas, para las incompetencias de mis acciones siempre de manera ingenua e inoportuna, en todo ese tiempo que pude tenerte a mi lado jamas pude decirte lo mucho que me importabas, lo mucho que te amaba.

Odiseas fueron escritas a lo largo de nuestra historia, una historia que me ayudaste a construirla, dejando de lado nuestros mundos individuales de "Yo" y dando origen a un mundo de "Nosotros", no me arrepiento de haberte conocido solo de haberme despedido.

Fuiste la primera mujer en llevarte mi corazón desde aquella vez que una niña me sujetó para que no me escapara al jugar sol y hielo en el kinder, desde que te vi por primera vez bailando en la primaria y cuando nos elijieron como representantes en la fiesta de gala.

Estremecido traias mi sentimientos por ti, obedeciendote mi corazón con desvelos, me traias la felicidad de un niño cuando recupera su globo, la felicidad de una madre al ver que su niño va a crecer, simplemente entraste a lo mas profundo de mi corazón y hasta ahora no te fuiste de mi.

Kilometros de distancia hay entre tu y yo....no....es solo mi cobardia que lo hace ver que estas bastante lejos y es mi orgullo que me impide ir hasta donde tu estas, no sabes cuantas ganas tengo de gritar a todo el mundo que aún te amo, que aún no te he olvidado y que aún espero volver a tu lado.

Endurecí mi corazón cuando me dijiste que te he lastimado, cuando estuviste llorando por culpa de este desgraciado, cuando mire tus ojos lagrimosos vi un vacío profundo, un vacio que yo habia dejado, las lagrimas que corrian no merecian el motivo, tú no te merecias que te rompan el corazón de tal manera como la hice yo, es más no mereces que te lo hagan otra vez.

No pude creer cuando aquella tarde dijiste lo que menos habia estado esperando y lo que tanto habia soñado, justo en el momento en que el sol se puso para dar el perfecto atardecer, me dijiste; que palabras tocaron lo mas profundo de tu ser y sin poder contener me perdonaste de aquello que hice una vez.

Yo no pude imaginar que me dieras tanta alegria y felicidad incluso después de aquel duro final, no pude responder a tus palabras, me dejaste con las ganas de poder elogiarte por tu gran corazón y sincero amor...
Solo queria darte las gracias y espero poder dartelos en algún momento, por haberme devuelto el globo que habia perdido, por devolverme la sonrisa que habia perecido y por darme un motivo para estar vivo.