Ayer soñé

Un profundo pesar aplastando mi cabeza desde la mañana, aún no puedo quitarme tu discurso que me recistaste ayer por la tarde, eres el único dijiste, sin embargo titubeaste.

Tus acciones parecian tan reales que casi me las creo, a pesar de ello tu mirada no te favorece, las decisiones que tomaste fueron erroneas en diferentes aspectos pero te comprendo, errar es de humanos, mi error fue creerte cuando no debí hacerlo.

Falacias y mentiras son las palabras que más usas cuando me llamas, tan buena en ocultar la realidad, tan discreta en mantener tus amores de cuarentena.

Quisera saber que es lo que significo para ti, que es el lo que mi nombre provoca en tus oidos, que es lo que sientes al verme...¿Que pasó?¿No puedes responderme?, tranquila, yo lo haré por ti.

Un amigo, un confidente y un juguete eso significo para ti. Al oir mi nombre no sientes nada más que una pequeña auscencia de compañia como una servilleta acompaña a una buena comida.

Solo me ves como una salida de tus dolores y problemas, involucrandome en tus amores fallidos que te marcaron en la piel, pero bueno...ya me acostumbré.

Ayer soñé que cambiaste, ya no eras la misma mujer dando alas y esperanzas a quien te mirara, eras dulce y sincera al caminar, las mentiras, los engaños incluso tus amores de otro lado ya no te ivan y te veias de película.

Fué demasiado hermoso para haber sido de verdad, el despertador sonó ya era hora de levantarse, quize soñar otra vez pero ya era tarde, ya estabas marcandome.