El tiempo y el mar

poema de Rafapuello

En una tórrida mañana de muchas horas,
cuando la impaciente espera…no espera,
la espuma se detiene en su cresta ola,
fulgurante, como horizonte cuna en un mar de leva.

El sol impaciente en su deseo de no salir
desgarra con furia la persiana aquella,
que hilada de nubes y henchida se resiste a huir
de la presencia que fulgura como un millón de estrellas.

Y en esta lucha de persiana y luz
donde le belleza indómita, sucumbe,
hace su presencia como asomado por tragaluz
aquel refrescante ser que invisible todo nos cubre.

Sigue la mañana en su aparente agonía,
el tiempo, en sus gotas de silencio, todo lo mira, todo lo ve,
el sol, las nubes, la brisa, toda una sinfonía,
que nos dice, en un nuevo día estamos otra vez.

Transcurren las horas,
sucumbe la mañana,
ahora la espuma en su cresta ola
se derrite en explosivas burbujas de gran filigrana.

Y ahora el horizonte, con el vaho que escondido exhala
como bandera estremecida con timidez,
asoma sus fauces como hambre que el cielo jala
para regresar más tarde con el tiempo del adormecer.

Y llegada la noche,
ida la mañana,
la ola en su cresta se esconde
para dormir en su efervescente almohada.

Es hora de decir adiós,
es hora de las letras reposar,
por la espuma, la cresta y la ola, gracias Dios,
y que en otra ocasión me vuelvan a inspirar.

Rafael Puello
Barranquilla - Colombia

Comentarios & Opiniones

ÁNGEL MENDUIÑA IRIBARREN

Buena recreación de una jornada del poeta. Saludos.

Critica: