Historia de Dos Hermanos del Alma

Capitulo 4

Llego el invierno y el bosque albergaba mas festejos que temores junto a leña del fogon.

Cada Julio era el mes en que el dolor daba tregua y dejaba paso al la alegria. La calle era una fiesta, junto a los dulces de cereza.
Juegos y risas que de lejos vio Tomas en aquella vieja casa del final de la calle.

Nada que decir solo callar porque padre estaba en casa.

-Maldito maestro que presume su dinero en ese maldito niño.
Advertencia de amistad que no quiero que con él tengas.

Asi fue como tomas quedo un día mas sin comida y sin amigos.
Sin saber las vueltas que da la vida, que sabe revivir amistades a base de amor.
Cuando la luna iluminaba lejos de esa calle. A tientas camino los metros que separaban de su amigo. Bolsa en mano pies descalzos. Graznido de ave que desperto unos rizos alborotados. Despacio para no despertar salio de esa casa un niño dormido.

Amigo mio me has fallado espere todo el día y tú no estabas.

Ay amigo mio si supieras mi dolor te diria que solo pido tu perdon.

No hay perdon mi amigo cuando no hay culpa y este pastel sella la duda.

Cada gesto sabia unirlos como se une la uña a la carne.
Dos amigos que sabian compartir los retazos de su corta vida.
Que soñaron esa noche con futuros de piratas que con sus loros y tesoros algun dia volverian a darle a su pueblito muchas grandes alegrias.

Sueños que hicieron a la luna regresar e iluminar esas miradas llenas de ilusion. Que su futuro ansiaban como ansia un perro el cariño de su amo.