¡Ponle título!

El sol ya se fue a dormir antes que todos a mi alrededor que, ahora ya están en igual condición.

Escucho ronquidos de unos, suspiros tiernos de otros, dulces sueños para todos.

Mi mente más encendida no podría estar, creo que quiere acompañar a la luna en su jornada de doce horas de arduo trabajo, tenaz: iluminar a medias, la oscuridad nocturna.

Me sumo a las estrellas y empiezo a brillar. Mis ojos no se quieren cerrar!

A veces es ensurdecedor el tic tac del viejo reloj, otras el palpitar de mi propio corazón!... Pero en su gran mayoría estos sonidos son ofuscados por el ronquido fuerte de mi compañero que sueña que es un motor o un avión a punto de despegar.

A cada hora voy viendo el reloj y me angustia saber que ya mismo el sol saldrá, no he descansado, no he dormido, mis oídos han trabajado como nunca antes, o como siempre en cada noche, la verdad no sé.

Cansada estoy en ocasiones he pasado días y días sin saber lo que es dormir de verdad...

Odio decir tu nombre porque en mi verdugo te haz transformado, pero lo diré para que todos te odien al igual que yo cruel INSOMNIO que torturas sin piedad...

Por: Priscila R. de Azevêdo
13/10/2017
01:02 a.m.