Bajo la lluvia

Fue un honor formar parte de la noche, acompañado de la intermitente llovizna.

Fue un deleite sucumbir ante la pasión mutua que un día de trescientos sesenta y cinco compartimos hasta llenar.

Quien pensaría que los tacos al pastor y la cerveza de barril nos mostrarían el camino hacia el pulque y bailar hasta sudar.

Siempre te vi como algo mas, capaz de poner nervioso al ya inseguro informal.

Corrimos tranquilos y caminamos apresurados, cantaste mientras intentaba lidiar con la pena, decidiste posar para una foto y fue hasta la vigésima que logro convencerte.

Inesperada lluvia de latidos nocturnos,
pensé que mi día no podría mejorar,
tu sola presciencia logra convencer al pequeño escritor, que sus palabras significan algo en las decisiones calladas de una figura absoluta.

Podría seguir lloviendo toda la vida, podría servir de ejemplo en la vejez, podría dejar de ser necio pero dejaría de ser yo así como tu jamas habrías existido dentro de alguna realidad.