reina de mis pensamientos

Reina de mis pensamientos.
Dueña de mis tormentos.
Vivo en una encrucijada.
Hoy te quiero.
Mañana te odio.

Subo y bajo el tobogán
Pero tú no estás enterada.
Ni nunca lo estarás.

Hoy levanté mi mirada.
Por encima de tu sonrisa.
Y mire atentamente a tus ojos.
Y deje atrás mi negatividad hacia ti.

Hechizado por ellos
Dulces y acaramelados.
Atentos y despiertos.

La verdad es que no te escuchaba.
Yacía absorto por su embrujo.
Atraído por tus luceros de miel.
Ya no me importaba de lo que hablábamos.

Buscaba rápidamente en mi mente.
Cualquier excusa, cualquier tema.
Para seguir extasiado contemplándolos.
Al mismo tiempo que te hablaba.

Pronto te incomodaste.
Pues dejaste de mirar a los míos.
Y pretendiste escuchar.
Mientras mirabas alrededor.
A nadie y a ninguna parte.

Hoy no vi tu semblante.
Me rendí a tu mirada.
Nunca te había visto tan cercana.

Tan preocupada y atenta.
Dándome calmada razones
de peso con la sabiduría de tu sentido común.

Mostrando el lado más humano.
Que atesoras a pesar de tu divina belleza.

Habría deseado detener el tiempo.
Congelarlo en ese instante.
Poseer una memoria fotográfica
Que el tiempo y otras experiencias no borrasen.
Y continuar viendo tus ojos o recordarlos por siempre.

Estoy más que seguro que no precisaría
Más motivo ni medicina.
Para llevar el día y dejar esta tormenta.

De contrariedades, de lucha.
Entre lo posible y lo inalcanzable.
Entre lo que creo conocer.
Y lo que realmente conozco.

Pues yerro con tus señales.

Sólo eres un corazón amable.
Y yo te veo como nunca vi a nadie.

Ni siquiera cuando tuve alguna compañera
Ame tanto, ni sentí lo que ahora siento.

Qué cruel es la vida!
Ella me abandono.
Y tú ni siquiera te has percatado.

Ahora entiendo el significado.
De la expresión amor platónico.
Amor imposible.

Y el dolor de contemplar todos las
Noches la luna
Y no poderla tocar.

Y comprendo porque le aulla el lobo
Yo llevo muchas noches haciéndolo
Pero no obtengo respuesta ni eco.