De puerto

si de puerto te he hablado
siempre,
de aguas, tan azules,

el añil,
tan eterno,
tan persa,

del hueco hundido en el corazón del poeta
te he hablado,

un corazón besando empedrado,
pleno de pasos antiguos,
un zaguán
esculpido en leyendas de amor;

en leyendas, auque sea.

Tan luego el puerto
desde ya como un sueño,

el humo pastoreando ideas, dije,
esa luna escondidísima
balconeando una inmaculada melancolía,

la liturgia de amarte:

la espera,
como siempre,
siempre
en dulce redención;

el robo
la conquista
el anhelo;

Ay! si ya lo sabias,
lo rubio de todas las tardes, -lo rubio-
lo azul de tanto cielo poeta

lo antiguo de percibirte
aun en la inconsciente y febril furia
ante la implacable lejanía,

te he dicho de esto,
presentirte,
locura a ciegas, saberte en todo,
en todo...