El viejo

Hace unos años, más de los que tengo,
Un viejo se sentaba en su banca y comienza este cuento,
Nunca se paraba el solo observaba,
Pasaban los días y el no se inmutaba.

Sentado en su banca vio el mundo pasar,
Una vecina que vivía cerca le daba su pan,
Lo alimentaba e incentivaba a moverse,
Mas el viejo tonto era terco e insistente

Llego el invierno y su vecina murió,
Pero al viejo sólo una lágrima le corrió,
Seguía sentado con cara de nada,
Viendo como el mundo cambiaba y cambiaba.

Vio a comunistas, pobres y militares,
Revolucionarios, niños y criminales,
Gente alegre y gente muy triste,
Gente peleando y contándose un chiste.

El viejo era un espectador de los días que vivimos,
Fue un lector del mundo que lentamente escribimos,
Hasta que un día el viejo ya muy enfermo,
Se levantó muy lentamente y exclamó con esfuerzo.

He reído a carcajadas por risas de gente que no conocí,
He Llorado desconsolado por historias que nunca viví
He perdido 30 años esperando algo que nunca llegará,
Y mi felicidad es un barco que ya no voy alcanzar

Sentado pase mi vida esperando con calma el fin,
Sentado pensando y no haciendo pues me dio miedo el vivir,
Y ahora en mi muerte me di cuenta que fui cobarde y no entendí,
Que la vida es arriesgarse pues al final todos vamos a morir.