Av. Caupolican

Una monedita por favor, un poco de piedad para mí,
una limosna para que sonría este pobre infeliz,
no estoy borracho lo juro, solo soy un poco lento,
estoy enfermo o eso me dicen desde hace mucho tiempo.

¡Que linda es esa piedra!, ¡es lo más maravilloso!,
puede ser que de miedo, pero no soy peligroso,
una monedita por favor, para que deje de temblar,
para que pueda beber agua y comerme un rico pan.

Vago, loco, demente, o deficiente mental,
psicópata, ladrón, enfermo, tal vez un criminal,
nada de eso se los juro… aunque enfermo puede ser,
aunque no tuve tratamiento pues nadie me quiso ver.

Como los fantasmas doy miedo y asusto,
sé que a muchas personas desagrado y disgusto,
perdón les pido, no me puedo controlar,
apenas puedo entender lo crudo que es mi realidad.

Una monedita por favor, de tu piedad estoy viviendo,
alargando una vida en la cual hace tiempo estoy muriendo,
durmiendo en las calles, con un perro que a veces viene,
el único que me acompaña y que en la soledad me contiene.

Esta es mi vida y me es difícil optar a más,
con mi débil mente no tengo mucho con que batallar,
solo piensa en este escrito cuando escuches un tarro sonar,
puede ser más miserable el que a mí me ha de esquivar.