INSOMNIO HABITUAL

Sin dormir me encuentro en esta noche
la presión de mi mente me golpea,
no deja que el sueño me posea
y no acepta, mi sufrir como reproche.

Las agujas del reloj no se detienen
y las horas pasan como la briza,
velozmente sobre mi mente deprisa,
las manos de Dios las sostienen.

Ya los hombres se han dormido
y yo aun en esta noche, sigo despierto
no es que me agobie mi lamento,
es que el sufrimiento, me a vencido.

Recorre el tiempo transcurrido, como rio
el caudal infinito de mis memorias,
no a dejado ninguna, de todas las historias,
me a recordado, lo soleado y lo sombrío.

Me pregunto en la oscuridad ¿hasta cuándo?
pero el tiempo, siempre firme, su línea traza,
sin parar, todo en el inmenso mundo pasa
y en la mente mi sueño retrasa, desesperando.

Las primeras luces del día ya reflejan
sobre las veredas todas las sombras,
y en las habitaciones sobre las alfombras
las manchas del destino no se quejan.

Mas yo entre un gran dolor, persevero
encontrar al sueño escondido,
que me a dejado, completamente tendido
ya en el comienzo del día mañanero.