noctambulo

me gritan las paredes

mi corazón asustado no cesa

y retumba lento como un tambor de galera

apagándose mas y mas con cada desengaño

pidiendo por favor que la tormenta cese

me veo encerrado en un laberinto de espejos

que deformes me devuelven mis reflejos

me veo reflejado a la par que me observo y soy el propio reflejo

cóncavo y convexo, callado sea en prosa sea en verso

me devuelvo ajenas sonrisas y gotas de lluvia

que por mucho tiempo llevan calándome

las ojeras se marcan cada noche mas

y me pesan los parpados como si fueran de plomo

pero sigo mirándote absorto en medio de la oscuridad

atrapado en una telaraña sin poder avanzar

ni retroceder, pero quien querría

un mal trago que casi me ahoga

una mano amiga que con fuerza me estrangula

y que difícil entra la comida cuando uno teme a su reflejo

y que fácil sale cuando te pesan tanto las inseguridades

tanto pesas tanto vales

tanto me temes que estas dispuesto a sangrar

a pasar hambre y miedo

con tal de no volver a verte

caer y caer de nuevo.