Encerrado.

poema de nagurigaki

Todo lo que hacemos es por tu bien

repetía con tesón aquella ninfula enfermera

mientras hundido en una camilla

un joven debatía su negro futuro

entre lo blanco impoluto de aquellas paredes

y el azul de las penas de quienes se le acercaban

Todo lo que hacemos es por tu bien

repetía con tesón aquella voz de mi cabeza

mientras hundía mi cabeza entre los hombros

y un joven debatía su inexistente futuro

en la blanca bañera de aquel que una vez fue su hogar

que contrastaba con el rojo que bañaba la templada agua que lo cubria

Todo lo que hacemos es por tu bien

Repetía con tesón la voz de su familia

mientras hundía en obligaciones a un alma mutilada y libre

y un joven no tomaba decisión alguna sobre su futuro

en el extenuante comedor donde antes paseaban sonrisas

y ahora solo habitaban deberes y suspiros.

Nada de lo que hicieron fue por mi bien

me repetía a mi mismo encerrado en ese maldito y opresivo cuarto

contando los días que me quedaban para salir

contando las cicatrices que me hicieron venir

contando las ordenes que hicieron mis esperanzas partir

contando y escondiendo las pastillas que me permitirían morir.

Comenta & Vota