A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga

Me contento con todo, me disgusto con nada,
del hambre de otros tiempos he aprendido ayunar,
no busco en la basura de otras vidas privadas,
tan solo me limito a vivir y observar.

La vida te da palos mezclados con caricias,
y argumentos variados para tu decidir,
vivir en una nube de los mundos de Alicia,
o luchar día a día e intentar no sufrir.

Hay personas imanes de gente impresentable,
que por mucho que huyas siempre llegan a ti,
te llevan por caminos del todo intransitables,
y llegadas las noches aun roncan al dormir.

Las piedras del camino fueron puestas con tino,
de experiencias pasadas tratamos de aprender,
dicen de las alturas que no existe el destino,
que la suerte no viene escrita en un papel.

Por eso resumiendo, vive con alegría,
una ducha, una siesta y el sabor de un café,
y deja que San Pedro decida a quien bendiga,
o disfrute el osado, de a quien Dios sé la dé