PARAISOS UTÓPICOS

Proyectando las llagas de las bocas y los clarinetes
No vivimos en los paraísos utópicos
En culturas que clandestinan en reuniones súbitas
Haciendo oficial la historia de esqueletos donde tú me invitas.

Penetrando sobre mi corazón de noches inmoladas
Exigieron romper las pésimas clínicas
Que persiguieron a los poetas
Nunca amaron, nunca hablaron.

Soy aquel poeta que nunca amó el jugo de los versos
Siendo añicos la educación adinerada,
En sangre teñidos,
Educador de sombreros e hilos ceñidos.

Personalidades no conocidas,
Viajando y añorando despedidas
Desvanecidos los fantasmas de quien no vive
Aventado en los reclamos y libros que convive.

Prisionero, como perro que no piensa
Rebelando las cadenas, dibujando a rivera en su sapiensa
Te permito escribir poesía,
Te permito no hacer nada.

Tianguis de pobres,
Bebiendo de los pechos de Marx
Progresando, desarrollando,
Caminando en la sabana y cortándolo.

Afortunado en los futuros donde no viviré
Endurecido en donde la ternura me probará en nuevas revoluciones
Y no mancharé la sangre de nuevos países
Donde ellos en Praga y Austria no recuerdan.

Guerrillero corazón, haciendo grafitis en la luna
Extrañando las noches en ayotzinapa
Hablando en amores que nunca pasaron
Cansaron los daltónicos e impresionistas que nunca se cansaron

Corazón solitario, amorío, padre de la poesía
Oficial que emigra en recuerdos poéticos donde Imperia la injusta poesía
Sí, no vive más
No añora la noche,

Llamando y penetrando en las almas que tocan el cielo
Inomolando de quienes ya no viven
Creyendo que las estatuas ahora existen,
Naciendo en Tenochtitlán y Tlaxcala.