Cuando caigo, amor incondicional

Estoy ante tus ojos, tú me miras
Conoces mis miserias, mis dolores
Conoces mis caídas, mis errores
Has visto mis fracasos, mis heridas

Conoces que he buscado soluciones
Luchando por mis fuerzas en la vida
Queriendo demostrar que lograría
Amarte con mis propias convicciones

Estás ante mis ojos, yo te miro
Me asombra tu silencio que me acoge
No obstante mi miseria me sonroje
Me miras con ternura y con cariño

No miro que te irrites o te enojes
No obstante tantas veces que he caído
Me miras con dulzura como a un niño
Que juega a ser adulto y se conoce

Y toda mi verdad está a tus ojos
Y toda mi verdad es ser amado
Mas no por lo que digo o lo que hago
Tampoco por mi fuerza o por mi arrojo

Me amas porque sí, no esperas nada
Porque eres al amar tan generosa
Que habiendo mucha espina entre mis rosas
Me amas porque estàs enamorada

Te observo anonadado y suspirando
Estamos en silencio y no nos vamos
Nos sobran los discursos, gestos vanos
Tan sólo nos importa ser mirados

Estoy ante tus ojos, nos miramos
Entiendo mi presente y mi pasado
Confieso que lo miro avergonzado
Mas ya no importa nada, nos amamos