Perdiendo el norte

poema de Plasmaconi

Se esfumó...
y nada podía explicarlo.
Duró excesivamente poco,
pero igual de intenso fue,
Como decía Leiva:
fueron días largos,
cargados de besos guarros.
Fue porno,
fue deseo,
Era compenetración...
y penetración,
Eran temblores,
eran ojos inyectados en blanco puro,
Era perder el control del conocimiento...
y el conocimiento del control,
Eran heridas de guerra,
y guerra de heridas,
¿Paramos?
Otro
¿Ya?
Otro
¿Otro?
Otro
¿Ahí?
Ahí
¿Allí?
Allí
¿Aquí?
Aquí
Era todo… y era tan nada,
Fuimos fuego,
y como fuego,
quemó hasta el final,
¡vaya que si quemó!
Pero hoy al verte me he dicho,
y como expresa bien Calamaro:
“Ahora que estoy frente a ti
parecemos, ya ves, dos extraños”
y es que tal vez, la llama,
como llama,
acabó consumiéndose.
……Pshhh……!