Quiso el destino.

Quiso el destino…
que nos encontráramos,
pero también, puso…
obstáculos en el camino
que tan sol…
nuestros dedos, se rozaron.

Podía haber sido, todo…
casi, perfecto,
tú, mi príncipe azul
yo, la Cenicienta
que los enanitos encontraron.

Y allí, estaba él…
ese destino del que tanto…
nos han hablado,
para romper ilusiones…
que el mismo, había forjado.

Fue, atando nudos…
construyendo barreras
para cortar el paso,
tan cerca, y tan lejos,
tan unidos, y tan separados.

Ya… no hay palacio, ni trono,
ni tampoco besos mágicos,
solamente quedan …
miles de sueños rotos
que no, sabemos repararlos.

Mi príncipe azul, se fue…
a lomos de un caballo blanco,
y la Cenicienta se quedó, cuidando…
a siete simpáticos enanos.

Quiso el destino entrar…
donde no, le habían llamado.

Téura