Mi refugio en el tiempo

Es posible que un día cualquiera, sin siquiera buscarnos, por fin hemos de encontrarnos.
Y así descubir que todo se encuentra, que la paciencia quizás todo lo alcanza.
Pero mientras tanto, seguiré yo por la vía sin esperarte, sin siquiera buscarte y mucho menos nombrar tu nombre ni tu recuerdo.
Porque sé, que en una silenciosa tarde de septiembre o tal vez de enero sostendré tu mano así como tú has podido por siempre comprender mi alma.