Retorno monótono

No recordar nada,
despertando en la soledad
de la almohada,
tras un sueño muy profundo,
suscitado por unos pocos segundos... y fin,
fin de la historia,
del cuento de hadas,
ya no existen brujas,
ya no hay batallas…

Llego al mundo real,
harta ya de todo,
intentando recomponer el muro
derribado por el retorno monótono.

Sin posibilidad de cambiar nada
sigo anclada
a los pies de mi cama.

Continuamente las mismas acciones, mismas personas...
mi mismo yo,
corrupto y fracturado,
intentando alcanzar un acto distinguido,
en este mundo de clones
de gustos repetidos.