Casi un sueño

Nos encontramos nocturnos.
Y hoy también estoy perdida.
Camino sobre un sueño continúo.
La cascada de rubíes me salpica los pies, fritos caminan sobre la tierra negra, húmeda y tibia.
Mí alrededor lleno de flores anacaradas, brota en ellas la melodía, la flauta mágica me guia a
Tus mejillas brillantes, arreboles, casi anaranjadas, me sonríen.
Tus brazos, me abrazan y me perfuman. Cómo los falsos laureles, venenosos que se levantan de la meseta para vernos,
a media noche, moribundos de amor.
La melodía suena, hasta la mitad y se corta,
comienza la pesadilla.
Los gritos de los niños desorientados en el bosque, como eco, se vuelven cada vez más cercanos. Como el pájaro "Crespín", si estás ahí, estás lejos, y si estás lejos, lo tenés de tras de ti.
Ya no estás, me siento fría.
Hay niebla.
Pánico, rotundo y yo incapaz de gritar que te necesito acá.
Terremoto emocional, dolor abdominal de vomitar. Embarazo mental, y elementales desechos de besos, que se pudrieron de no poder saborearte después del bar.
Asqueroso y angélical, como el cristal que rebota con el sol y la oscuridad.
Vos de que me venís a hablar?
No tiene fin, un espiral de palabras vacías e hirientes. Maldito hereje, como no vas a creer en mí.
Pesadillas de discusión, ya no hay rojizo. Solo oro negro que se posa sobre mi pecho para despertar. Me deja inmóvil, sin poder hablar, sin poder cantar, sin poder mirar. Pesado oro sobre mi pecho.
Pesada pesadilla.
Sueño casi perfecto.
Terribles noches me esperan.
Solo embriaga mi dolor.
Solo espérame, esta vez no habrá una mitad.
Podré encontrar el final del laberinto de espejos, romperé el ego.
Nos encontraremos 12 horas, bajo una cascada y flores anacaradas, escuchando la flauta mágica. Rozando el algodón de tu piel, y el calor de tu pecho.