Bésame los lunares

poema de Lunática

El sabor de la manzana es exquisito. Mas que cualquier otra fruta.
Noble, roja pasión por fuera, casi alumbra como el fuego y blanca como el frio por dentro, sutil y sencilla.
Se a vuelto irreversible, suena en mi cabeza como el interminable sonido de la sirenas, que avisa que hubo un accidente.

El de tu piel y mis ojos.
Con todos lo semáforos en verde, te como de a bocados las muecas tenues de tu vivez.

Mírame,
Abrázame,
Poséeme,
Hazme tuya.
Toma mi cadera, y muerde mi cuello.
Bésame la frente y regálame tus dedos.
Mírame.
Siéntate,
Desnúdate,
Desnúdame.

Tú olor a menta, y tú color a miel.
El elixir.

Se ha vuelto irreversible, me veo erótica ante tus palabras.
Me desenvuelvo ante tu avaricia y mi deseo se volvió tortura. Que certeza que me enloquezca el dolor.

Encontrarte está noche, moldeable.
Serenx. Cautx y segurx.
Distintx.

Penetrantes suspiros al oído, hacen caer mis gemidos. Gota a gota.
Se resbalan por mis labios, hasta llegar a mi pecho. Te esperan cansados, exhaustos.
Con la lengua afuera y con los ojos rotos.
Mis brazos tiemblan. Y mis piernas caen, sobre las tuyas, buscando no perderse.

Mírame,
No pares,
Bésame,
Sienteme,
Mojame y enjuagame.

Se a vuelto irreversible, mi piel vibra, y mis oídos cantan.
Mis heridas brillan, color esmeralda.
Me derramó, sofocada y casi exhausta sobre tu pecho. Mientras te veo, gloriosx y apaciguadx, frescx, contar de re a sol, mis lunares acuarela dos, imborrables, transpirados. Como el destello de los ácaros al chocar con la luz.

Es irreversible, soy erótica, melómana. Torpe, sinfónica y semifusa, derramada acostada con la almohada, esperando la canción de tu voz.

Es irreversible,
bésame,
Háblame,
Describime el amor
Escribime
Bórrame
Saboreame
Escupeme
Cocinarme
Hierveme

Ámame
Atame
Desgarrame
Bésame
Bésame
Bésame