Cuando me vaya de mí

Si mi risa se apagare,
enciedela tú, con una caricia ;
bastará con solo,
un suave roce de tu mano,
por mi mejilla.
Si me encontrare
en total penumbra,
que tus ojos
me iluminen con tu mirada;
porque son tus ojos,
como esa estrella de la noche,
que más alumbra.
Si me encontrare atada,
cuál momia en negro sudario,
solo pido que se extienda tu mano,
para darme la libertad
de la impotencia
que me sujeta a diario.

Si ves que ya no estoy en mí,
llamame, y escucharé tu voz;
porque solo tú podrás salvarme,
cuando me haya cansado de luchar,
con esto que es más fuerte que yo.

Si se cerraren
todas las puertas de mi alma,
y la voluntad me abandonare,
solo pido:
que la fuerza de tu amor,
rescate mi corazón deprimido ;
que seas tú la puerta que se abre,
para liberarme de la prisión
a la que,
la tristeza me haya sometido.