El eco

*EL ECO*

Escucho el eco de la voz perdida
aquella que en sonoro canto
tras la ventana me decía: ¡Te amo!
Con ese amor que no se borra nunca;
con esa espera que jamás termina
con esas ansias de tocar sus manos.

Gira la rueda del destino ausente
y las estrellas esconden el brillo,
las margaritas ya no dan su aroma
porque el invierno arrasó su tallo;
con los caudales que destruyen todo,
hasta el amor también perdió su rastro

Muere en penumbra aquella sonrisa
risa de labios rojos como grana;
que besaron con amor sublime;
y confesaron sin temor al mundo
que fue un amor que se quedó en la nada.

Sobre la arena yacen las caricias
yacen los besos que fuego apagaron,
que eternamente quedaron fundidos
en el olvido de futuros años,
más no en la mente de aquellos amores
que ahora van por caminos separados.