Camila

Ibas despojada de tus bríos
en la calle de mis sombríos estorbos.
Quedaste detenida un instante,
se hizo luego eterno.
Estabas vestida de encanto,
solitaria, a mano.
De una obra teatral
desencajada y aburrida,
escapaste.
Fuiste a buscarme.
No tenias nada,
ni nadie a tu lado.
Yo, desesperado,
acudo a tu pedido de auxilio.
Te dejo entrar a mi vida,
a mi espacio sensorial.
Hablaste tímida,
dijiste algunas cosas.
Nos entendimos mal.
Saliste corriendo,
vinieron por mi.
Nunca mas pararon,
desenfrenados los acusadores.
Eramos tesoro de nuestros dolores.
Rozamos nuestras almas,
y fuiste atrapada.
Miedos, mentiras.
Odios, promiscuidad.
Mi ser brilla.
Lo tuyo alguna vez será.