Reina de las alturas

Y de noche te muestras tan oportuna
despidiendo al ocaso con tu hermosura,
envolviendo mis pasos en tu blancura,
eres tú en las sombras quien me depura.

De repente te exaltas en la negrura
presumida, hechizada y sin censura,
asomada a mi lecho con tu llenura
y el fulgor que me lleva a la lujuria.

Con tu halo cual reina de las alturas,
tú le das a la noche esa ternura
de mamá cuando haces de medialuna
y a los niños en sueños le sirves de cuna.