En tu lugar.

Hay veces que no entiendo el mundo
tu voz me dice lo que piensas,
y el viento lo que haces.

Rápidamente cae una gota por
la llanura de la sangradura
que tu misma me has provocado.

Que tu mirada de incertidumbre no
trate a mis ojos ciegos como
un hambriento tomando agua.

Los días que tu amor no lo mendigo,
no lo busco, no lo bebo, no lo tengo
y cuando pasa eso, entro en locura
por no entender que el no tocarte hace
que lo obtenga.

Dame tu apatía para ya no interesarme
por mi mismo, para sólo pensarme
yo, y no necesitar de tu
efímero cariño.

...Y donde yo muero lentamente,
a causa de mi insaciable deseo de tenerte,
respirarte o poseerte.