XII. SOLO PARA TI (Pasillo)

Los cielos de mi tierra y su grandeza magistral,
la flor silvestre y su perfume celestial,
la brisa matinal que surca el ancho mar,
son cosas de magna belleza y por tal
son solo para ti.

El trino vespertino de las aves al partir,
el canto suave del ciprés al saludar
al viento tropical que acaricia tu faz,
son cosas que inspiran pasillos y por tal
son solo para ti.

Por esto yo te canto,
porque estas bellas cosas
se te parecen tanto,
son solo para ti;
tus ojos, tu perfume,
tú cabello y tú aliento,
tu resplandor que ya supera al mismo sol,
tú eres todo lo que Dios necesitaba
para crear la bella naturaleza,
y por eso es solo y solo para ti.