Perdido

Quisiera ser como los demás
solo soy un ciego ante millones de estrellas,
mi vida es navegar en un mar
ahogado en alcohol, hasta el fondo de mis entrañas
para curar el fondo vació que no llena,
atormentado hacia la locura;
con gritos desesperados por llevarme al infierno.
Oh suplico
Tengo mas temor a la vida, donde hay cuervos
que sacan tus ojos, gritan sin sentido y picotean tu corazón,
para saciar su avaricia y ese maldito descontrol,
sufrí al verlos crecer y convertirse
en eso que llaman amor.

¡Egoístas, malditos egoístas!

Amarrado en ese cuadro vació
con olor a muerto, con lagrimas y gritando,
que estuvieran a mi lado, ​arrastrándome
en un camino de sangre, al no poder caminar,
estaban ocupados con lo que solo querían de mi, y no era yo.
Y aun así
Los ame con toda la fuerza de mi alma
aunque me estuviera quemando por dentro,
quería curar este sufrimiento.
Acordándose de este pobre pájaro enjaulado
pidiendo semillas, en este caso era el maldito alcohol
y el polvo mágico que resucita,
cantando para olvidar el dolor que llevaba encima,
no estuvieron cuando los necesite,
solo era su obligación, pobre de mi corazón.

¿No es así?

Por eso ahogue mis penas para desaparecer
con lo único que me acompañaba en mis días tristes,
tal vez lo merecía cause daños, así se pagan las cuentas
en este cielo ficticio.

Para bien o para mal; la vida es una ruleta
no tengo miedo en morir, las voces me describieron el cielo,
tal vez me mintieron; me querían llevar al infierno,
quien no logra mentirte, hasta el ser que mas dice amarte;
es quien puede matarte, sin darse cuenta con su mente
nublada por el oro ante sus ojos.
Michelle Lemus
01/04/2021