HOY LA BARCA SE DETIENE

Hoy la barca se detiene.
El timón no se mueve, el viento sopla suave,
y el capitán mirando el amplio horizonte azul,
cuesta larga por seguir navegando.
Baja la mirada, sus manos están arrugadas,
tiemblan de dolor, cubiertas en informes detalles,
cada uno como experiencias de un mar
cada uno como experiencias de un pescador.
¡Anda Capitán, sube tu mirada,
que el tenue azul de la mar, besa el cristal de tus ojos!
... y aquel capitán no quiere abandonar el timón...
¿Quién conducirá por la extensa mar?
Capitán, abre tu mirada
que la falda del mar: el viento,
quiere besar tu cansado rostro
y acariciar tus dolientes lágrimas.

Hoy la barca se detiene.
Y aquel capitán no se mueve.
Sus arrugadas manos enlazadas del timón...
¡Capitán! ¿Por qué te detienes?
... Yo sólo soy un viejo pescador,
mi vida entera es la mar;
entran peces a mi red en un variar
cuan humilde y sencillo servidor...
¡Anda Marinero! ¡No llores tu barca!
ella navegará en tu corazón.
¿Por qué el mar se detiene, marinero?
no hay una sola copa de agua danzar.

¿Qué pasa capitán
que una pequeña gota de agua
es aquella la que danza y baila
sobre tus rosadas mejillas?
Este pequeño pescador de barca tosca
vuelve a su mar y a la vieja red.
Voy a pescar desde el manantial del silencio,
en la cumbre del sol, donde los peces descansan
bajo el cristal y el viento,
viento que corre solaz
entre mi red y el alto mar.
¿Hacia donde van tus manos pescador?
¿Hacia donde van tus miradas pescador?
¿Hacia donde van tus palabras pescador?
¿Hacia donde navegas pescador?
...Dejo el timón de la barca...
llegará a navegar el que dibujó esta santa inspiración,
pintó el azul del mar
y en sus manos, dos estrellas que alumbrarán.

¿A donde irás capitán?
¿Qué mar navegarás?
Yo, José pescador, de tosca barca,
bendito seré por siempre,
capitán de alta mar,
una red en mi mano y el timón en el corazón;
entraré al navío del cielo,
al ejercito de capitanes,
junto al dueño de barca y diseñador del timón.

Hoy la barca se detiene.
El timón esta vacío.
y aquel capitán camina lerdo,
entre la claridad del mar,
y la danza del viento,
sube su tosca barca,
y una vieja red en su seno,
anda navegando por mares del cielo,
lo espera en el puerto, aquel celeste dueño,
con dos estrellas en sus manos
y una puerta abierta de eterno vuelo.

Hoy la barca se detiene,
y aquella tosca barca lleva un nombre:
Benedictus
Capitán por siempre.

Comentarios & Opiniones

LUZPAZ

BELLOS VERSOS QUE ALUMBRAN UNA ADMIRABLE DEVOCIÓN A UN BUEN HOMBRE.SALUDOS

Critica: 
Fray Milton de Jesús

Saludos casaluna. Gracias. Un buen hombre, una buena canción, una inolvidable tonada...

Critica: 
Fray Milton de Jesús

Gracias a ti Pablo, que me animaste a escribir mucho más.

Critica: 
ORTIZELBA

Me gustó leer tus bellas letras, expresión de un gran poema. Saludos.

Critica: