Delirio.

Entonces bajo mi delirio
escribo sobre el martirio
que vivo día a día,
que vivo noche a noche.

Yo en la oscuridad,
esperando la voluntad
de quien me quiera buscar,
de quien me quiera encontrar.

Y bajo mis pestañas
encuentro vista clara,
bajo las marañas
del viejo patrón de casa.

Entonces bajo mi locura,
me veo en situación muda
de este mi día a día,
de esta mi noche a noche.

Sigo buscando las razones
bajo el compás de varios sones
de quien me puso aquí
y no me dejó allá.

Y bajo las cortinas
se encuentran mil vitrinas
de quien no quiere ver
porque no quiere ser.

Entonces bajo mi delirio
escribo sobre el martirio
que vivo día a día,
y muero noche a noche.