Por las buenas, sin prisa

poema de Melisvel

Caí...
cómo quien se rehabilita,
lejos de tentaciones adictas,
para que un mal amigo o conflicto,
perturbe su sacrificio.

Caí...
Cómo quien dá sus primeros pasos,
para ya de adulto tropezar por despistado.

Caí...
Como puede caer el avión de la mejor aerolínea.
Como puede caer un ave por una fuerte brisa.

Caí...
Y te necesito,
por las buenas,
sin prisa.
Tomando mi mano,
provocándome risas.
Entendiendo mi llanto,
abrazándome en la cornisa.

Llévame...
Por las buenas,
sin prisa,
por el camino de la pasiencia,
haciendo que de a poco
mi subconsciente entienda,
que ese hombre
no está a la altura,
que su mente para mis proyectos no es madura,
que no está mal que viva,
que no está mal que explore.

Te sigo por las buenas,
sin prisa...
Si me haces ver lo que valgo,
sin criticar ambos lados,
sin insultar mi incapacidad por amarlo.

Te voy a escuchar,
si me hablas de forma buena,
sin prisa...
Diciendo que él me sigue amando sin esmero,
regálame un te quiero después de lo sincero...

por las buenas,
sin prisa lo interpretare.

Las demostraciones fingidas me aislan,
no me obligues a hacer lo que no puedo,
sabiendo muy dentro que es lo más deseo,
amanecer sin esta historia en mi cerebro.

Caí...
Lo miro en silencio y me digo:
"No es aquí",
lo hermoso del principio se esfumó por ahí,
conceptos opuestos se atraen entre si.

Caí...
Y ahora estoy aquí,
reprochando el impulso que me trajo,
escribiendo como único recurso
las angustias de mi pecho.

Curarme...
por las buenas,
sin prisa,
no atropelles la puerta de mi habitación
preguntando cómo estoy,
invítame a inventar una tranquilidad,
nombra las mil cosas maravillosas de la vida
que aún puedo disfrutar.

No digas que es hora de aprender,
Juzgando que la lección de valorame
reprobé.

Guíame...
por las buenas,
sin prisa,
no me mires con lastima sino,
con ojos de amistad,
con ojos de refugio,
con orgullo por animarme a soltar
al menos sentimientos,
no traiciones mi confianza utilizando mis descargos cómo balazos de que hablar,
se mi confidente,
se mi paz.

Soy cobarde pero los pensamientos están...
a falta de herramientas y valentía no lo he logrado:
¡Dejar de respirar!

Preparemos una merienda,
salgamos a caminar,
miremos películas,
escuchar música,
lo que sea,
es igual,
hagamos que por las buenas,
sin prisa me despeje,
algo espontáneo,
de corazón,
sentir que no estoy sola en esta situación.

Así por las buenas,
sin prisa...
sabré decirle adiós.