Con la ayuna de su psicópateo

poema de Melisvel

Medio día arrancando con la ayuna de su psicópateo,

mirando los costados para que nadie perturbe mi necesario descargo,

un mate una base y a mi mundo voy entrando.

Soy incoherente
pero los sentimientos con palabras no logro que conecten.

Y solo pienso en hacer desaparecer a uno de los dos de la faz.

Intencional una y otra vez es ver el desbordar de litros rojos.

Quiero amnesia a lo que fueron años de sometimiento al sofoco,
insecto entrometido corta mi pasiencia,
despistando esa homicida que se esconde detrás de la moral y la conciencia.

Me arranco a mordidas de león los "te amo" para que mi dolor lo despierte,
cómo toda corrupción su guía perturbador de todas mis penas lo absuelve.

Su pacto con la oscuridad lo deja siempre bien parado,
Y por beber su disfrazada honestidad,
me sentencie a la atadura de olvidar o venerar su diablo.

Los momentos que me dió nunca fueron de este plano,
trampa mortal compro mi alma a lágrimas y lluvias bajas,
el prontuario tiene su inicial,
y al resto rechaza.

La angustia se apodera nuevamente,
empañandome de culpabilidad están
los reclamos que en sus textos diluvian,
afectando mi paz su persona inhumana me ensucia...
y yo queriendo recapacitar me disuelvo asumiendo que el final es la mejor postura,
dedicándole un mar de tristeza por la amargura,
de amanecer diariamente con la equivocacion de nombrar ideal a quien se alimenta de placeres.

Dedicándole un mar desató un laberinto de nudos codependientes,
rasguñando mi piel como castigo del incógnito despegue,
presa de parálisis por trastornos de la ansiedad,
Y él...
naufragando a doble mano consolandose en otro lado...
endulzando como aquella vez a la que no quiso quedar en este estado,
arraza con el papel de tipo lastimado,
Victimizandose para sacar provecho de luces débiles,
para encenderlas con potencia y merecer beneficios por acciones que solo ven su recompensa.