El ocaso que se vierte en la copa de vino

No es el odio en el arma del niño
No es la luz apagada al final del túnel
No es el eco que se pierde en las montañas
Tampoco el acero, el oro, el fin del camino
El enano, el sordo, el que no puede caminar
Si es el ocaso que se vierte en la copa de vino

No es el arma de metal que alegra al loco
No es el cuadro que expresa cordura
No es el paisaje de una canción desolada
Tal vez el acierto, el lamento, el inicio del principio
El atrevido, el pestillo, el final del fin
Pero, si es el ocaso que se vierte en la copa de vino

No es la estrella que nunca apareció
No es la mente que nubla a la conciencia
No es el globo que pierde el triste payaso
Tampoco el silencio, el papel, el arco del triunfo
El vencido, el listo y la amargura de la derrota
¿Acaso es el ocaso que se vierte en la copa de vino?