Cuarto

Porque sabías perfectamente
Que de mis brotes,
La chispa al separar
Las yemas de nuestros dedos
Era el catalizador,
Eras el catalizador.

Cada vez que te vas
Me visita un fantasma...
Y si cada vez que venís,
Nos pilla la pasma
Pasmados,
Más blancos que la harina
Que se asemeja al kilo y medio de polvo
Que escondimos en el maletero.

No habrá interruptor
Que apague esas luciérnagas
Así que, ¿por qué mejor no
disfrutamos de la vista?
Y si preferís prenderles fuego...
Y si preferís prenderles fuego...
¡Seré el incendiario del bosque entero!
Y al llegar al ecotono,
Me decís si tocamos el cielo
O traemos a la tierra el infierno.
¡O traemos a la tierra el infierno!

¿Qué vamos a hacer con los comensales,
Que no hay platillo que les sacie
su hambre
De aventuras, de motivos, de razones,
De catarsis, de mitosis, de simbiosis?,
Que percuten la mesa
Apretando cuchillo
Y tenedor.

Seremos paganos,
Danzando junto a una hoguera
Que prendimos con las lágrimas
De unos prófugos
Que corren
Del veredicto,
De unos sospechosos
Que le huyen
A la sentencia.

¡Qué cosas tiene la vida, y qué vida
Tienen a veces las cosas!
¿Qué te da más miedo?, decime
¿Lo que ves adelante,
En el horizonte
O las pisadas que nos siguen
En el retrovisor?
¿Qué te excita más?, contame
¿Lo que arde
En tu pecho,
Por dentro
O lo que moja
Tu entrepierna
Por completo?

Y al solo de guitarra
Que suena en mi cabeza
Cuando no me tomo la clozapina,
Acompañala con buena percusión
Y así cantaremos hacia un ocaso
Que en nuestras papilas sabe más bien
A albor.

Seamos conspiracionistas,
Seamos terraplanistas;
Creamos en lo imposible
Y tapemos nuestros oídos
A los argumentos
Que solo quieren enderezar
Nuestras sonrisas.
Si tenemos toda la vida por delante,
¿Por qué rayos dejaríamos
Que nos pase de largo?

Dijiste que si tapiaba
Las ventanas de este cuarto,
Tirarías abajo la puerta;
Dijiste que si tapaba mis oídos,
Ibas cortar mis párpados;
Dijiste que si cosía mi boca,
Me
Abrirías
En
Canal.