Incendio forestal

Incendio forestal

Ya no hay regreso a casa,
pude ver la luz y el motivo
de los seres vivos
y al resplandor desbaratar
las gafas,
rodando, o desgranando
los adornos que gozaba
la atmósfera, en un círculo
se descoció parte de la tierra
y todos mis sentidos alteraron
los latidos (de mi corazón)
cómo campanazos en un
toque de queda y lloré mejor
que cualquier hombre en la
ascensión de mis manos,
buscando la absorción de mis
lágrimas en la tierra seca,
y desvarié al oler el petricor
con alto grado de certeza,
hablando en lenguas sobre
el amor que le tengo a la
naturaleza.

Marlon Argüello Vargas
12.01.2020