Las flores y tu cara

Me embruja bailar durante los asesinatos.
Agarro los cuerpos y los abrazo,
los meso como a muñecos
entre la música y mis risotadas.
Siempre me invade el olor a flores
del copón y tu cara en mi cuello.

Me gustan los valses para ese momento,
entre música y risotadas.
Me canso y después lloro bastante,
porqué advierto que te extraño.
Me repugna en ese instante el olor
a flores del copón y tu cara sobre su cuello.

Me canso y después lloro bastante,
mientras me limpio lo que sangra y te extraño.
Otro gesto y otra palma, otro beso y el cuchillo
que brilla entre el agobio de las miradas,
las flores del copón y tu cara: se diluyen.

Miro, mientras espero, pienso en
las alabanzas y alardes antes del infierno.
Bailo cuando todo sucede al fin, entre música,
risotadas y las flores del copón.
Me gustan los valses, pero no extrañarte.