¡CIELO E INFIERNO!

Cielo e infierno

Cielo e infierno...
Es la disyuntiva en la que por momentos me encuentro,
debido a tus acciones que constantes hieren mortalmente a mi sentimiento.

Cuando liberas a tus demonios inicias una atroz guerra.
¡En ella antepones tus miedos a la ternura que emana de mi cuerpo!
Para ti son solo muestras de tu fuerza.
Para mí es iniciar una tregua salvando lo poco que nos queda.

Ante esos embates sé qué muchas veces puedo ganar,
¡pero simplemente dejo que tu venzas!
Esta acción no la percibo como una debilidad.
¡La veo como mi estado actual por ese enfermo amor que aun mi sentimiento no suelta!

Son tantos repetidos momentos que el ejercito de mis emociones,
cae ante la embestida de tus traumadas reacciones.

Cielo e infierno...
Es cuando mi libido se aferra a tu voluntad.
Mientras tu apetito me custodia como tal cancerbero.
¡Qué egoísta cela a mi alma y devora a mi deseo!

En aquellos días de nuestra reconciliación tus largos brazos se aferran a mi pecho.
Posteriormente, cuando crees que por demostrar tu amor te hace débil.
Sin pensarlo hundes tus dedos arrancándome el corazón sin pensar en mi sufrimiento.

En otras tantas, cuando tu locura te abandona te permites capitular.
¡Y decides amarme sin miedos hasta que el horizonte devore nuestro aliento!

Cielo e infierno...
Es donde la cordura y la locura se creen almas gemelas.
Es cuando el amor y el odio se repelen al comprender:
¡que pese a todas las guerras peleadas jamás podrán caminar juntos!
¡Ni ser amantes dentro de nuestro moribundo momento!

Cielo e infierno...
¿Es amor o esta costumbre que me hace creer que seguiré incrustado a tu costado?
¡Mientras tus malas acciones fustigan a mi tolerante cariño!

Cielo e infierno...
Es la respuesta correctas a nuestras acciones.
Es mi seguridad que no permite cegarme más por tus bajas pasiones.
Es la exacta compresión que nunca nos permitirá estar por encima ni debajo del maltrato del ser amado. Es la cuestión psicológica con que manejamos patologías que rebeldes pretenden encarnan en nuestro presente, ¡aferrándonos más y más a una conocida costumbre!

Cielo e infierno...
¡Es lo que podemos elegir no a costa de de ser un ser infeliz!

Autor: Mario Cesar Palma G.
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