¡Amándome con infinita verdad!

Quiero a ese alguien que no me diga que no me puede amar por no hacer yo su voluntad.

Que por siempre sus ojos reflejen a mis rostro, haciendo a un lado a los astros que egocéntricos pretenden anidar en su mirar.

Quiero a ese alguien que al irse, de momentos dejé impregnado el olor de su aliento sobre mis labios gruesos y no extrañarle en esos momentos en los que mi pensamiento me pregunte el momento de su regreso.

Que ni bellezas de efímeros cuerpos le hagan desear algo tan carnal.
¡Ya que solo mi cariño le podrá conquistar!

Quiero a ese ser que aún sin caricias ni besos haga que mi cuerpo siga creyendo en la primera promesa de su momento.

Que esa entrega llena de palabras románticas, caricias sinceras y promesas de no abandono se aferren, pero no me cieguen a tal grado de justificar lo que no se debe de tolerar.

Y si decide irse detrás de una sonrisa, que sepa que tiene libertad para navegar. ¡Pero en mi puerto ya no podrá atracara más!

Quiero a ese alguien que por sus diferencias de pensamiento me siga atrayendo más y más en todo momento.

Que no me cuestione mis gustos, que no me presione a dejar de ser yo mismo, solo porque a ese ser le hagan creer que no se le quiere solo porque a mí me guste más la noche que el día y que con esas acciones solo le demuestro que no me interesa su proyecto de vida.

Quiero a ese ser que aún en los peores momentos, discusiones o desacuerdos regrese con abrazos y besos.

Que comprenda que el ser diferentes es lo que más atrae a la gente, que sepa que estar en desacuerdo es lo que más nos une en momentos adversos y que en todo caso si quiere amar a su reflejo está en completa libertad de hacerlo.

Quiero a ese ser que cerca o lejos, su pensamiento se encuentre dentro de mis recuerdos no permitiendo que nadie más profane ese momento.

Que no se justifique ante sus actitudes ya que con eso demuestra que realmente desea una libertad que aún le cuesta trabajo aceptar.

Quiero a ese ser que involuntariamente me haga sentir cual es el sabor de los celos por tener un corazón que todos anhelan poseer pero soy el único que aún pende de él.

Que aunque muchas miradas le persigan y con deseo le susurren. Confirme que eso será tan solo un momento que ni el tiempo recuerde. Pero yo seré eterno en su cielo, aunque muchas veces me ignore por completo y me confirme que ya no es viable estar dentro de su reino.

Quiero a ese ser que me haga saber que mis sueños pueden dejar de ser solo eso y que ya nunca tenga que vivir de fantasías ni recuerdos.

Que me incite a degustar de los pequeños detalles de lo incierto...
¡Que con una charla, un café, una película o tan solo ver las aves volar sobre el cielo me haga sentir que somos nosotros dos en este vasto universo!

Quiero a ese ser que sabiendo que somos humanos.
Con verdades nos hablemos y aún duela se quede a mi lado queriéndome más de lo que había pensado.

Que no se deje alejar por mis defectos y que me ate con los suyos demostrándome que ambos nunca seremos seres perfectos. Pero si de verdad es real lo que decimos sentir se antepondrá ese sentimiento a lo más feo de nuestro comportamiento.

Y si decide alejarse que lo haga por algo mejor, mientras yo extenderé mis alas para ir en busca de ese ser que me atrape y me de libertad de quedarme dentro de sus brazos hasta la muerte o me aleje volando en busca de algo que solo existe dentro de mi mente.

Quiero a ese alguien que al exigir como quiere una relación, se esfuerce en primero proveer antes de pedir algo que jamás podrá proporcionar.

Que sin justificaciones hurgue dentro de su ser y confirme que tan errado se encuentra y si aún lo desea podemos ajustar nuestras necesidades en base a lo que mutuamente podemos brindar.

Quiero y anhelo decirle a ese ser que yo también podría haber estado enamorado de su ser.

Que las dudas ni temores ocasionadas por sus acciones no han corrompido a este sentimiento que empezó siendo una amistad y que ya traspaso las fronteras del cariño. Que ambos tuvimos el libre albedrío de que sufriera la tan anhelada metamorfosis para ser ya un amor que se podría haber disfrutado a colores.

Y antes de decir adiós, ¿me pregunta que como podría yo haber llegado a amarle?
Simplemente le contesto...¡Que amándome con infinita verdad!

Autor: Mario Cesar Palma G.
Derechos Reservados.