El hada y su baúl (cuento infantil)

(Cuento infantil)

Erase una vez, una niña de bucles,
con medias de seda y vestido de tul.
Era una princesa pero sin castillo,
hija de un rey, con gran barba azul.
La niña de bucles, era misteriosa
y guardaba joyas en un viejo baúl.
A nadie contaba de su gran tesoro.
Sólo al gran rey de la barba azul.
Salía hacía el bosque tras de su cabaña
junto con su perro llamado pirul;
corrían en laderas, brincaban en ríos,
siempre muy alertas en busca
de joyas para su baúl. Una rosa blanca,
o un pedernal, una mariposa sin poder volar,
eran las joyas que ella buscaba
y bien resguardaba en su viejo baúl.
Al morir su madre, la reina adorada
le dejó el regalo de ese gran baúl,
que fue de su abuela en años lejanos,
siendo desde antaño de otra abuela,
llamada Jazmin. Cada una de ellas
guardó sus tesoros, rocas de colores,
flores disecadas, plantas olorosas, y un anillo azul.
Este anillo, el más importante,
era el gran secreto de cada doncella poseedora
del bello baúl. Pues perteneció a la hada,
de alas lapizlazuli, la primera hada de aquel mágico bosque encomendado a Jazmin;
a resgualardarlo hasta que ella regrese,
convertida en niña de bucles
y vestida de un bello tul. Ésta niña dulce,
dulce y misteriosa, hija del rey sin corona,
pero con gran barba azul, no es otra
que una hada que resguarda su baúl,
porque allí hay tesoros del mágico bosque,
que es su hogar... y de su perro pirul.