Divagaciones

Tras aquella puerta se apostó la oscuridad,
mientras por las ventanas, la mirada del mundo.
¿Por qué será que, en este instante, rumorea la tempestad?
Un pensamiento exiguo que limita con lo burdo.

En mi botella, el elixir de los hombres,
esperando el llamado generoso de vuestro aliento.
¿Qué podría pensar, a lo sumo, de las artes?
Y de esta ciencia que, como perro, con su ladrido implacable.

En la madera de mis ojos, apolillados,
apolillados por los rayos del pasado.
Aquella venda con que percibo
el viejo orden de lo ancestral.

Como el poeta en la hoguera o el paredón.
Hoy, estas letras reprimidas por un ruido lejano.
Ligero el viento en esta ciudad,
de lo yermo, lo vagabundo y lo raro.

Comentarios & Opiniones

Joelfortunato

Buenas letras que bien presentan un deseo profundo. Grato es leerlo. Saludos y amistad le envío.

Critica: 
JAIME REYES(JAIME REGAL)

grato leer tu poema,describe mucha realidad en el mundo,saludos, amistad.

Critica: