RUTA SUR (SUR DE CHILE)

poema de MANUEL

I

Esta noche desolada precisa de estas letras
Como una necesidad para extenderlas al infinito
Las estrellas multicolores, pálidas y eternas
Se multiplican a cada una de mis miradas
Las gentes en sus casas ya duermen
Para mañana madrugar y sobrevivir
Son todos tan extraños
Como tan extraño soy yo para ellos
Como esta extraña copa de vino
Que me observa, que me evalúa
Que mañana será de otra mano
Y lo más probable de otra pena.

II

Quisiera no recordarte en este instante
Pero me es difícil borrar tu esencia
¿Por qué me obligas a extrañarte?
Y aunque escriba con paciencia
Quiero pronto escribir un "te amo"
Aunque seguro en este momento
Abraces sin pasión a otra piel
Mediante los absurdos lazos legales
Que te unen por ahora a él
Tu amor de cuerpo se va con otro
Tu amor del alma es sólo mío
Por eso a veces aunque no creas río
Cuando ni tú ni nadie me ve
Con la alegría que de pronto escurre
Como en el agua un asustado pez.

III

Viajar al centro del alma
Es como un viaje infinito hacia el sur
Mientras más y pronto se avanza
Más frío en el camino se va sintiendo
Por eso es que aún comprendo
Que de amor se puede morir
y también por qué no vivir
Es lo que nos mueve en el mundo
Pero de seguro se va en un segundo
No sé en esta nueva copa qué hora es
Esta agria copa me ha nublado los ojos
Y me aclara como el agua mis sentimientos.

IV

Cada copa que se nutre de vino
Es como un viejo y querido amigo
Que trae bajo el brazo una historia
Y me alegra saber que cuento con ella
Para contarle que multiplico estrellas
Pues cada una que regala su bella luz
Se asemeja a tus también bellos ojos
A tus manos que ya me han tocado
A tu corazón que me ha amado
Sin importar más nada que el amor.

V

¿Y me pregunto qué es el amor?
Quizás una bandada de negros pájaros
A la que por fin se alcanza
Sólo con balas de mi sangre
Y no doy con ninguno
Y vuelan, silban agudo y pasan
Como gotas de agua de una ola
En un mar ciego, abierto y azul
En un mar del sur.
VI

Si fueses tú en vez de este cristal
Y si fuese definitivamente yo
Con quién compartes la almohada
Nuestras almas hoy dañadas
Ya nunca jamás se apartarían
Realidades de sueños por fin vivirían
Y sólo amor y piel fecundarían
Al igual que sembrar en tierra sur
Tierra fértil, húmeda, verde y añorada
Tierre pura y desolada.

VII

Me detengo en este peregrinar
Sólo para palabras tuyas recordar
Me has dicho que no me olvidarás
Que contra todo me amas
Aunque ese amor sea hermano gemelo
De tu dolor y de mi dolor
Como ángeles negros y blancos
De Dios y del demonio
Como besos de una pasión loca
Que hacen incluso sangrar nuestras bocas
Como ese sur que tenemos cada quién
Con un calor en Los Ángeles
Como para desmayarse
Y luego la lluvia de Concepción
Como para congelarse.

VIII

He llegado al fin del camino
Al final de la noche
Y al último sorbo seco de vino
Sentí el frío de mi alma
A cada paso
A cada kilómetro
De esta ruta sur
Siento que sólo tú eres el sol
Para calmar aquellos fríos eternos
Y espero a ese sol
En esta espera encomendada incluso
Al mismísimo cielo
Dios mío
Si ella ha de amarme
Que salga a encontrarme

IX

Y aún con todo lo expuesto
En esta tertulia como un sueño
Siempre me atosiga y asfixia
La misma pregunta ya casi agónica
Hecha al cielo
A los campos
A los mares
A los caminos
A los borrachos
A mi madre muerta
Y al Dios juez
¿Por qué la vida ha de ser como es?

Comentarios & Opiniones

Yan

Saludos mi querido Manuel, bellos versos. Felicitaciones. Besos.

Critica: 
Gui

Manuel:
me parecio un poema lleno de dolor y pleno de poesia.
Felicitaciones
Guillermo

Critica: