SIN REGRESO

SIN REGRESO
Quise regresar a mi casa,
no importaba el desaliento
de las paredes vacías,
de las sillas rotas
unidas por las telarañas
del tiempo del olvido.
Intenté regresar, sin recordar el camino,
jugando a olvidar, que siempre viví en las ajenas.
Nunca tuve casa donde volver,
ni paredes que recordaran con marcas
mi paulatino crecimiento,
sin dibujos en las habitaciones,
sin sonidos amados,
ni amigos de la infancia,
¿Qué infancia carece de ellos?
Crecí en el camino,
en los vagones de los trenes,
en los camerinos de los teatros,
en las frías estaciones,
enlaces gélidos, cuando no hambrientos.
Tuve un lápiz y un cuaderno,
una taba pintada de azul,
un tirachinas de roble con goma de camión,
pero nunca tuve casa donde volver.
Ahora que la memoria me pide recuerdos,
tuve -eso si-. muchos caminos,
muchas sombras,
muchos libros leídos sin comprender
la latitud y los grados de un Julio Verne
que dicen, nunca salió de su pueblo
tal vez, porque tenía casa
y sin irse, regresó a su memoria.
Sigo perdida,
sin poder regresar al recuerdo,
de lo que nunca tuve.
mabel escribano
d.r.
imagen: Google