PALABRAS MUDAS

PALABRAS MUDAS
Me habitó la noche entre tus brazos.
La noche ciega por la luz de tu cuerpo
enredado en el mío.
Me habitó el placer de la lentitud en la caricia
del suspiro de tu boca en la mía.
Y el silencio gimió el ruido ajeno
colándose por los cristales rotos
de una anciana ventana que invitaba
a mirar a una luna perpleja.
Me habitó el deseo de perpetuar
la sutil caricia de tus dedos
la suave travesía de mis manos
por las simas de tus senos.
Y amanecimos tiritando de miedo
sin querer terminar aquel orgasmo infinito
donde el placer subió desde el sexo a los ojos
escribiendo palabras mudas e inaudibles.
mabel escribano
d.r.
imagen: google