DÍAS LOCOS

DÍAS LOCOS
Hay días que entro en mi casa
sin saber a ciencia cierta si voy o vengo.
Días que me sorprendo, mirándome
sin reconocerme
recordándome de alguna manera
en la forma del pelo que siempre me bajó con intención
de dejarme con un solo ojo
y una sola ventana con pestañas
para mirar y ver, lo poco que me queda
de ver y mirar.
Hay días que no me espero
y entro en casa por sorpresa y me saludo
me pillo en pantalón de deporte
con el que no hago otro deporte que pasar la aspiradora.
Y me riño por no estar presentable para las visitas
y me digo que a mí, me da lo mismo
porque no me pagan para estar "presentable".
Me tiro en el sofá y tropiezo con los pelos de Jazz
que es dueño de mi sofá y de sus pelos
que hacen estornudar a las visitas, aunque yo no estornudo.
¡Qué raro!..Él tampoco me esperaba
y maúlla reclamando algo en su idioma
pero yo siempre fui torpe para los idiomas gatunos
y claro, nos entendemos por señas.
Tengo la sensación de no ser bien recibida
apenas hablo conmigo, como con prisa
a monosílabos, entre dientes.
¿La familia bien?
Sí... todo bien.
Decididamente, no me esperaba
me despido de Jazz que sigue maullando
-vaya usted a saber la razón-
y no me digo ni ¡Hasta la vista!
Total dentro de un rato tendré que volver.
Espero encontrarme con alguien
algo más cordial y educada.

mabel escribano
d.r.
imagen: Amanda Cass.